El otro día, mirando las noticias, dejaron de hablar de la crisis y se pusieron a cubrir la feria Arco. Al parecer, los periodistas quisieron hacer “un experimento”. Colocaron en medio de una sala, junto a otras obras, un trípode de la cámara del fotógrafo. Lo dejaron ahí, y se apartaron discretamente para grabar lo que la gente hacía al ver aquello.
Los visitantes se paraban ante el trípode, lo rodeaban, lo miraban, lo fotografiaban, se fotografiaban con él… En definitiva, una buena parte de la gente lo confundía con una obra de arte más.
La noticia se emitió en tono jocoso en el telediario, y hasta cierto punto era gracioso ¿no?
Pues no, la verdad es que no.
El mundo del arte está completamente apartado de la gente, hasta tal punto que muchas veces no sabemos qué es arte o qué un timo.
Es imposible que una obra de arte, por muy buena que sea, guste a todo el mundo. Sería absurdo pretender tal cosa, pero ¡al menos que guste a alguien!
A mi me gusta el arte, y en realidad pienso que todas las personas tienen un pequeño artista en su interior. Porque el arte, es un lenguaje, el lenguaje de las emociones, de los sueños. Y, como cualquier lenguaje, debe de haber algún modo de comprenderlo por parte de otros, o no serviría de nada.
Creo que el arte debe de poder ser comprensible, y el artista, si está intentando algo nuevo, algo que pueda resultar chocante, debe proveer los datos y la explicación que haga comprensible su obra. Si no, será como si no hubiera hecho nada.
Es sólo una opinión, claro, y espero no ofender a nadie con ella. Os dejo con la mirada de esta chica. Un saludo a todas y todos!