Esta vez no voy a escribir sobre arte, ni pintura, ni dibujo… sino sobre algunas cosas que me vienen a la mente en estos días.
Me van a operar en pocos días, estoy en lista de espera y probablemente en una o dos semanas me operan del estómago porque tengo mucho reflujo y me está destrozando el esófago.
En fin, no voy a aburrir a nadie con mi historia clínica que parece la de Frida Kalo, no es ese el motivo de esta entrada.
Es que cuando tienes que ir a una operación mayor, como la que voy a hacer, en la que me juego la vida,, te da por pensar, y mucho, sobre cómo has pasado tu vida, cómo está tu familia, el mundo, todo.
Constantemente vemos noticias de guerras, desastres naturales, injusticias, violencia, corrupción, y todo tipo de atropellos. Y sin embargo, aunque nos cueste creerlo, aunque sea casi imposible creerlo: El mundo está mejor que nunca!
Sí, es cierto, no me lo invento. Nunca ha habido un porcentaje de la población tan elevado que respetara los derechos de los demás, nunca ha habido tanta gente altruísta en el mundo. Las enfermedades, aunque muchísimas, ahora son más controlables, y hay menos epidemias mortales. No hace tanto que la propia gripe se llevaba por delante a millones de almas cada año. Incluso el sarampión, cuando yo era pequeño, se llevaba cada año a niños por delante, en mi propio barrio! Y era lo normal! Ahora es algo puntual, al menos en una mayor parte del mundo.
Al mundo le faltan siglos y mucho esfuerzo para ser perfecto, pero al menos, a pesar de las apariencias, no va peor, y, en serio, va mejor.
Siempre hay agoreros que anuncian el fin del mundo, o que lo ven todo negro. Yo, por las cartas que me dio la vida, no lo he pasado muy bien, la verdad, todo lo contrario. Y durante muchos años casi no veía motivo a levantarme cada día. Tantos problemas, tantos disgustos y tanto luchar me han dejado secuelas físicas en forma de enfermedades. Y, sin embargo, cada día veo un poco mejor el mundo.
Cada día tengo más ganas de ver cómo será esto al día siguiente. Y cada día tengo más fe en el ser humano, en la vida. En lo que podemos hacer y de hecho hacemos cada día.
Sabéis que soy un firme defensor de que el arte está en todo el mundo, que todos debemos encontrar un modo de expresar esa creatividad cada día, y que creo que es fundamental que lo hagamos. Creo que el ser humano es maravilloso, extraordinario (aunque de algunos seamos insoportables en persona).
Por eso, os mando un abrazo a todas y todos, a vuestro artista interior, a vuestras emociones a esa esperanza en la vida que todos tenéis dentro aunque a veces parezca que no está ahí.
Un fuerte abrazo.
José Manuel Gallego García.