Un gato y los lunes por la mañana.

Tras algunos días en que la salud me ha impedido incluso dibujar vuelvo a la carga (pero poquito a poco). 

El abanico de series “de médicos” quedó huérfano, si no gravemente herido, el día que House dió el cerrojazo. Sin tratar de herir sensibilidades y gustos, las series que quedan y las que han ido saliendo dejan bastante que desear.

La mayoría de las nuevas incorporaciones a la plantilla del género acaban siendo canceladas a los pocos capítulos. Y las veteranas, como Anatomía de Grey, han dejado de lado toda lógica y sobreviven a base de intentar la lágrima fácil.
Recientemente se ha estrenado una nueva serie que a mi, personalmente, me está gustando bastante: Monday Mornings (Mañanas de Lunes).
Protagonizada por Alfred Molina y Ving Rhames (cuyo retrato pongo más abajo), va de un curioso hospital. Los médicos, cada vez que meten la pata, son sometidos a una especie de juicio por parte del jefe médico de personal, y todo esto en una sala delante de todos los otros compañeros.
Quitando que la autocrítica médica en España podría considerarse ciencia ficción, o incluso pecado mortal. Lo cierto es que estaría genial, y mejoraría mucho la calidad de la medicina si algo así se hiciera en la realidad. Desconozco si en Estados Unidos esto se hace o no. Lo que sí que se es que en España, si un médico mete la pata los demás médicos harán lo imposible por taparlo bajo la alfombra. 
Volviendo a la serie. El argumento está bien, pero lo mejor es la interpretación de los actores, y en concreto Ving Rhames y Alfred Molina (a quien pretendo retratar en breve), se “comen” la pantalla. 
Ving interpreta al jefe de traumatología y es un gran diagnosticador (qué casualidad, como House). Tiene el apodo de El Gato (aunque no han aclarado el porqué). Con pinta de boxeador a punto de estallar el uniforme del hospital, demuestra en todo momento un rango profundo e intenso de emociones. 
Os la recomiendo, eso sí, ya os aviso de que algunas veces es durilla.
Un saludo.